martes, 8 de abril de 2014

CRISTO DEL AMOR Y DEL OLVIDO






Mi Semana Santa de Don Benito, y la de muchos, comenzaba año tras año en el Barrio de San Juan allá a lo largo de los años 80, en la noche del Viernes de Dolores. Entonces tenían un gran protagonismo las calles San Juan, Ancha, Mérida, Pescadores,  Guareña, Plaza de Extremadura, Santa Amalia, Sor María Briz… Quién lo diría 20 años después…

Recogimiento, devoción, humildad, respeto, oración, solemnidad, aroma de cera, perfume de flores, noche cerrada, feligreses, …todo alrededor de aquél Vía Crucis, por entonces parroquial, que llenaba mis ojos infantiles con las primeras procesiones que vivía un corazón cofrade ya por aquél entonces, que asistía curioso a un entrañable acto de Fe, en torno a aquella imagen de Jesús Crucificado, dulce, amable, desprovista de signos extremos de tortura pero que se acercaba al pie de la calle, a hombros de sus vecinos del barrio, abriendo un cortejo que cerraba la Virgen del Silencio, imagen primitiva de la Cofradía de la Soledad, que pasó a residir en la Parroquia de San Juan, para dejar de recibir el culto que realmente se merece…Un acto sencillo, que invitaba a preparar la inminente llegada de la Semana Santa, sin mayores pretensiones que la de dar testimonio de lo que acontece durante todos los viernes de la Cuaresma, culminando en el de la semana de pasión.





 Virgen del Silencio (Don Benito)


Esa escena solo iluminada por las velas del pequeño paso de la Virgen, marcaba el inicio de la  actividad procesional calabazona, y le daba el testigo a dos imágenes, que por desgracia dejaron de formar parte de la vida devocional, por que ese Vía Crucis dejó de hacerse (sin ningún motivo realmente de peso), para dar paso a uno de carácter interparroquial, mucho mas frío, mas largo y desprovisto de una imagen de referencia a la que rezar cada uno de los misterios de las catorce estaciones.



Vía Crucis Parroquial de San Juan  (años 80)


Todavía hoy me pregunto, ¿qué sentido tuvo su eliminación?, ¿qué problema existe en que cada Parroquia pueda desarrollar una actividad propia dentro de su feligresía?..., nos olvidamos que hay muchas personas mayores en cada barrio, que no están capacitadas para hacer un recorrido tan largo, Parroquia a Parroquia, subiendo y bajando cuestas, y que tampoco fomenta la presencia de la juventud en este acto de las vísperas. No es que la cantidad haga la calidad, pero igual que hay una eucaristía en cada templo, durante todos los Domingos del año, ¿qué malo es desarrollar un Vía Crucis, externo en cada Parroquia...? Habrá que pensar en ello.




Pero una vez que se optó por hacer este Vía Crucis interparroquial, ¿por qué no cabe la presencia de una imagen que lo presida?, ya sea esta distinta cada año, rotando de unas Parroquias a otras, o bien, una imagen como la del Cristo del Amor, ese gran olvidado… o qué decir tiene, la presencia del Señor de la Salud, que poco puede aportar a la vida devocional dombenitense, desde su lugar en la Iglesia de la Piedad, que para su desgracia, forma parte de la Parroquia de San Sebastián… Las imágenes nos ayudan a canalizar la oración, y no sobra ninguna; quizás el problema sea el poner en orden todas estas cuestiones, sin miedo a creer y a crecer con ellas.

En cualquier caso, el Cristo del Amor, volverá a salir a la calle desde la Parroquia de San Juan, si bien la Presidenta de la Junta de Cofradías, Doña Francisca Ruiz de la Serna también ha advertido que se trata de una medida excepcional y ha desmentido que cada año vaya a procesionar una imagen distinta en el Vía Crucis. ¿ A qué se debe esta excepcionalidad?... 




El año 2013, fue AÑO DE LA FE, y las Cofradías de Don Benito, pasaron con mas pena que gloria, por no decir que ni si quiera pasaron por la organización de algún acto conjunto que pusiera en liza  el importantísimo potencial que deben tener las hermandades dentro del entramado pastoral de cada Parroquia, y que bien merecía una manifestación en común de cara a ese año que ya pasó. El hecho de que se recalque la excepcionalidad de esta medida, no es mas que una nueva manifestación del temor a crecer y a mejorar, adoptando en ocasiones posturas incomodas e inmovilistas, que no se tiene intención de repetir…


Ojalá que esta Cuaresma y Semana Santa de 2014, visto lo visto, los comentarios de las últimas semanas, tratando de menospreciar los actos que verdaderamente suman, y que solo dan esbozos de lo que se puede llegar a hacer , sirvan para pensar en un mejor futuro para la Semana de pasión calabazona, y para la vida cofrade que debe venir después, puesto que no nos olvidemos de algo, queridos amigos blogueros: hay muchos que están ante sus últimos días de actividad cofrade, cuando el palio de la Soledad entre por la puerta lateral de Santa María, se habrá acabado  su vida devocional;…sin embargo, para otros seguirá teniendo sentido la Caridad, la Fe, la Formación, y sobre todo la vida de Hermandad.

….Mientras eso llega, sigamos el transitar de nuevo, del Cristo del Amor, por las calles de Don Benito… 20 años después…


 


*Nota: Fotografías gentileza del blog: http://despertarcofrade.blogspot.com.es/



viernes, 14 de marzo de 2014

¡¡¡ HAY CANTERA !!!




Es una satisfacción muy grande pensar que las tradiciones pueden mantenerse, con un poquito de interés e ilusión, y con un gran trabajo por parte de todos los que nos gusta llevar la vida Cofrade allí donde podemos ser ejemplo. Si bien es cierto que en Don Benito, es muy complicado picar el gusanillo en los más pequeños, no es menos cierto, que en el ámbito de la actividad parroquial, los cofrades, los catequistas y los sacerdotes, podemos ampliar nuestro campo de miras no solo a la labor que podemos desarrollar con los adultos, sino también a esos niños y niñas, que como espectadores de lo que hacemos, de lo que les proponemos también pueden acercarse a la devoción, a la oración, a los cultos como una extensión mas de nuestra labor formativa y catequizadora.

A menudo solemos ver niños en los cortejos procesionales de nuestras Hermandades y Cofradías, bien acompañando a sus padres en la realización de su penitencia, o bien portando alguno de los elementos que identifican a la corporación en la calle.




Niños en el cortejo procesional de la Borriquita de Don Benito



                                 Niños en el cortejo procesional de la Buena Muerte de Don Benito




                                                            Niños en el cortejo procesional 
                                               del Cristo de la Paz y la Soledad de Don Benito

Pero ahora ponemos el acento a una gran iniciativa que ha tenido la Parroquia de Santa María, con la fundación de una Hermandad exclusivamente de niños en el seno de sus grupos de catequesis. Aglutinando esas pequeñas salidas en el entorno de la Iglesia, que las mañanas de Domingo de Ramos, hacen la mayoría de parroquias de la ciudad; como por ejemplo la Parroquia de Santiago con el Pollino que da la vuelta a la Plaza de España y a cuyos lomos va montando un niño que hace de Jesús en su entrada triunfal en Jerusalem, escoltado por un buen número de pequeños y pequeñas, que vestidos de hebreo y portando palmas y ramos de olivo, escenifican el momento previo a la pasión que viviría   nuestro Señor días después.



Procesión de Palmas por la Plaza de España de Don Benito con Don Delfín, 
Párroco de Santiago, en los años 70


No olvidamos tampoco aquellos inicios de la Hermandad Parroquial de la Borriquita, en aquellas luminosas mañanas de Domingo de Ramos, de finales de los ochenta, cuando surgía como una Procesión de Niños, que vestidos con hábito blanco y portando palmas  y ramos, como acólitos, partían desde la calle San Juan a la explanada de  la cuesta de San Sebastián, cuya Parroquia acogía una solemne misa bajo la atenta mirada de la imagen de Jesús en su Entrada Triunfal en Jesuralem; humilde representación de nuestro Señor, de la Escuela de Arte Cristiano de Olot, que hoy se ve postrada a la tarde oscura y solitaria de los Domingos de Ramos, con numerosos niños en el cortejo procesional.







Imagen de la Borriquita de Don Benito, 
en la explanada de San Sebastián para la portada de la Revista de 1995




El pasado mes de febrero, en la catequesis "de primera comunión" de la Parroquia de Santa María surgió la idea de formar  una "hermandad" de niños para participar en la procesión parroquial del Domingo de Ramos. Para ello se han ido dando pasos:

-1º.- Han adquirido una pequeña  talla de Jesús en la burrita, que llevaran los niños en las andas que se están confeccionando.


-2º.- Los nin@s que quieren podrán hacerse sus hábito para la procesión. El diseño está inspirado en el  "Jesusito de mi vida", muy conocido por los niños.


-3º .- El pasado domingo 23 de febrero, al finalizar la "misa de niños", se empezó a hacer entrega de  la ficha de inscripción. La Parroquia espera que sean muchos los niños que se apunten a esta "hermandad", que realzará nuestra multitudinaria  "procesión infantil  de ramos" y será una catequesis sobre esta celebración litúrgica y, en definitiva, una acción evangelizadora. Procesión que se desarrollará, Dios mediante,  en la luminosa mañana del Domingo de Ramos, por el entorno de la Parroquia sita en el Barrio de San Gregorio.

Para apuntarse hay que rellenar la ficha y entregarla en la parroquia con 10 € para la palma y medalla. El modelo y patrones del "hábito" están también en la parroquia.


-4º.- El domingo 6 de abril, se bendecirá la pequeña  imagen de Jesús en la burrita e impondremos a los niños la medalla de esta "hermandad".


Gran iniciativa esta la de Don Juan Manuel de Miguel Sánchez, Párroco de Santa María del Consuelo  y Vicario de la Diócesis  de Plasencia para la zona Sur; que junto con Don Jesús, los Catequistas, y los abnegados colaboradores de la Parroquia, así como los Padres de estos niños, tienen la ilusión de incentivar la labor catequizadora a través de esta acción; sin mayores pretensiones que las de dar testimonio de la Fe, que los mayores con mas o menos fortuna tratamos de inculcar a nuestros pequeños.


Este afortunado paso tuvo ya una escenificación de lo que nuestros pequeños pueden llegar a reflejar, fruto del esfuerzo de los mayores, el pasado día 2 de febrero en la Procesión de las Candelas, que tuvo lugar en el Barrio de San Gregorio, promovida por la misma Parroquia y sus catequistas. Junto a la Virgen, los niños y mayores  vivieron de forma especial el día de la Presentación de Jesús en el Templo, que felizmente este año coincidió en domingo, por lo que se pudo aprovechar esta celebración de forma muy catequética.


Ese día, en la Iglesia "no cabía un alfiler"; la celebración comenzó con la bendición de las candelas y la procesión con la Virgen y el Niño alrededor de la iglesia, llevando cada niño su candela encendida.










Tras la procesión la Santa Misa en la que, como "homilía", los niños de la catequesis representaron la escena evangélica que acababa de ser proclamada con una gracia y un arte extraordinarios.


Al finalizar la Santa Misa, se soltaron los dos pichones que San José llevó al Templo y se repartieron dulces como "convite" porque Jesús ha sido presentado al Señor.



*Nota: Fotografías gentileza del Blog: 

http://santamariadelconsuelo.blogspot.com.es/



REFLEXIÓN FINAL

Por todo lo expuesto, tenemos que congratularnos de nuevo por una gran propuesta que vuelve a acercar a los mas pequeños no sólo a la actividad de la Iglesia, como extensión de la Palabra de Dios en la tierra, ("dejar que los niños se acerquen a mi"); que les hace partícipes de las tradiciones de la devoción popular, creando el poso necesario para mantenerlas y que los hace madurar como personas en la FE.

Cualquier otra interpretación que se haga de esta iniciativa, basada en una competencia entre Parroquias o entre Cofradías, está totalmente alejada de la realidad, y seguramente se hace por el miedo a perder el poco o mucho protagonismo ganado con los años, y que a veces mas por un mal hacer de las costumbres o una gran incapacidad para mantenerlas, genera un exilio de unos barrios a otros, motivado por la ilusión que se despierta en los mas pequeños de las acciones positivas que nos proponen nuestros Sacerdotes y Catequistas. 

Si practicamos la envidia, el recelo, el rencor, la calumnia, la injuria, la pereza, etc...  incluso cuando tenemos la responsabilidad de dar clases de religión a los más pequeños; nos estamos alejando de Dios, de su mensaje. Todos tenemos cabida en Su Casa; se tiene que dar la opción de elegir donde queremos desarrollarnos como cristianos y por qué; y de cara a nuestros pequeños debemos dar ejemplo de armonía y unidad. Unos querrán ser como los niños que acompañaron a Jesús en su entrada Triunfal en Jerusalém, y no les importará el recorrido, ni el protagonismo, ni si es de día o es de noche; ni si sus ropas son de una manera u otra; otros querrán ser como Judas, que acompañó al Señor en su entrada, como un figurante mas, y esperando su momento de "gloria", para que se cumplieran las Escrituras; pero siendo consciente de que con su actitud cobarde, mezquina, manipuladora e interesada, no estaba honrando a nuestro Señor.

Una COFRADÍA DE NIÑOS, como la que comenzaron en San Juan en los años ochenta, para sacar a la Borriquita, y que tiene su continuidad en una procesión de Palmas alrededor de la Iglesia, en la luminosa mañana del Domingo de Ramos, es lo mínimo que se debe ver en cada Parroquia, en cada barrio; y si esta se hace de forma ordenada y vistosa, con cierta uniformidad, con la responsabilidad de sacar un pequeño paso, como en las Candelas, como podría ser una Cruz de Mayo , o un Divino Niño Jesús; sólo tiene la pretensión de seguir formando y dando testimonio de nuestra FE, y para los cofrades de verdad, es una gran noticia, para poder pensar que.....



 ¡¡¡ HAY CANTERA !!!





lunes, 10 de marzo de 2014

PREDICAR EN EL DESIERTO







Comienza una nueva Cuaresma para todos, y en particular para los amantes de la vida Cofrade. Un tiempo donde culmina la preparación de todo un año, donde se da principio y fin a una manera de cumplir con nuestras pasiones, con nuestras devociones. No es un objetivo en si mismo para el Cofrade, es una razón más para cumplir con sus obligaciones, puesto que tras ella, la Semana de Pasión, es el colofón a una temporada de arduo trabajo y dedicación, pero también es el inicio de la preparación de la siguiente. La vida del cofrade, no es en si misma la que contempla una actividad ceñida a este período, sino que es un peldaño mas, unido al de la Formación, al de la Fe, al de la Caridad de su Obra social, al de la catequización permanente en el ámbito de su Parroquia y de su Barrio. Todos estos parámetros, son los pilares fundamentales de una vida cofrade plena, y quien no los tenga contemplados como tal, no puede considerarse un verdadero cofrade…

A veces uno tiene la sensación, cuando desarrolla este Blog, de estar “predicando en el desierto”; sobre todo cuando el lugar geográfico desde el que nos dirigimos, es uno de los más alejados de esa plenitud de vida y espíritu cofrade verdadero. Está claro, y no engañamos a nadie, que no existe una verdadera “pasión dombenitense”, valga la redundancia del título de mi Blog ( que ya es el vuestro..). Cuando echamos la vista atrás, y tratamos de analizar lo que nos mueve a cada uno a sentir una vida cofrade plena, tengo claro que lo mas alejado de ella, es vestir el hábito de nazareno una vez al año; acudir a rendir culto a mis titulares, una vez al año; no ser convocado para ningún acto solidario, ni de formación, ni de convivencia con otros cofrades; no alimentar la devoción de ninguna de las maneras posibles, que se nos exigen a Hermandades y  Cofradías.

Por todo ello, uno tiene  la sensación de estar hablando para quien difícilmente tienen la intención de escuchar, o cuyas entendederas, están muy alejadas de lo que uno pretende encontrarse al otro lado de la interlocución. Así debió sentirse Juan el Bautista:

Cuando Juan el Bautista salió a predicar, eligió un curioso lugar para instalar su ámbito académico: el desierto palestino. Realmente no podía haber buscado un sitio más inapropiado. ¿Cómo haría la gente para llegar hasta allí? ¿Y cómo podrían ubicarse más o menos cómodamente para escuchar sus sermones, entre las piedras, los insectos, la arena, el sol y las alimañas? ¿Y dónde encontrarían sanitarios, o un lugar para hacer un alto y tomar agua?





Pero a Juan no pareció haberle importado esos detalles. Y a la gente tampoco, porque dice el Evangelio que “acudían hasta él muchedumbres de toda la región de Judea, y todos los habitantes de Jerusalén, y se hacían bautizar por él confesando sus pecados” (Mc 1,5). Juan convirtió el desierto en un hervidero de gente, llegada de todas partes para escuchar su mensaje, confesar sus pecados y cambiar de vida.

¿Pero por qué eligió un lugar tan incómodo para dirigirse a su auditorio? En ese sentido Jesús fue más práctico: buscaba a las multitudes donde ellas se reunían naturalmente: en las plazas, las calles, el Templo, las sinagogas, o las casas de familia. No las obligaba a concurrir a ningún lugar penoso. En cambio Juan les complicaba la vida. ¿Qué razón poderosa tuvo para arrastrar al gentío hasta el desierto y hablarles allí?

Un escenario contradictorio

Si averiguamos dónde exactamente predicaba Juan, quizás podamos resolver el misterio. El primer dato que nos da el Evangelio es que se había instalado “en el desierto” (Mc 1,3-4; Mt 11,7). Éste no era, como solemos imaginar, una planicie cubierta de arena y dunas en medio de la nada. La palabra hebrea midbar (que traducimos por “desierto”) indica un lugar deshabitado y sin cultivar, pero que podía tener vegetación, plantas, y hasta incluso un río.

¿Y cuál era concretamente ese desierto? Mateo lo señala: era “el desierto de Judea” (Mt 3,1). Una vasta región, situada al norte del mar Muerto, justo donde desemboca el río Jordán (Jue 1,16; Sal 63,1). Para nuestra mentalidad, puede resultar extraño que el valle de un río sea llamado “desierto”. Pero hay que tener en cuenta que ese último tramo del Jordán, antes de desembocar en el mar Muerto, es una zona donde no llueve casi nunca, el suelo es infértil, y ofrece al visitante un aspecto árido y desolado. Incluso Flavio Josefo, un historiador judío del siglo I que conocía muy bien la geografía de su país, dice que el río Jordán “serpentea a lo largo de un buen trecho de desierto”. O sea que para la Biblia, el terreno por donde el río Jordán transitaba sus últimos kilómetros se consideraba un “desierto”.



San Marcos confirma el dato cuando dice que la gente iba al desierto a escuchar a Juan “y se hacía bautizar por él en el río Jordán” (Mc 1,5). O sea que “desierto” y “río” eran dos realidades que estaban en el mismo escenario donde predicaba y bautizaba Juan.

El DESIERTO: ESE MUNDO COFRADE QUE A VECES NOS RODEA

En la prédica, como en toda labor comunicativa, es imprescindible contar con público o auditorio, por ello la tarea se torna más que difícil, se diría absurda, si se lleva acabo en el desierto, lugar caracterizado por la escasez de seres vivos. Se dice que “es como predicar en el desierto” cuando se le habla a alguien que no entiende razones, que está muy cerrado en su idea o que no puede o no quiere concentrarse en lo que se le dice. La prédica es algo propio de aquellos que intentan convencer a otros de sus creencias, motivo por el cual se asocia con los ámbitos religiosos y, más comúnmente, con los apóstoles. Precisamente tenemos que recurrir a uno de ellos, San Mateo, para desentrañar el origen del concepto hecho frase: “En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas.” (Mateo·3:1-2). A Isaías no le creyeron, a Juan El Bautista tampoco y a Cristo… muy pocos, al menos en su tiempo.



Así es como nos sentimos algunos COFRADES en esta zona de las Vegas Altas; y recalco lo de COFRADES con mayúsculas, por que también los hay con minúsculas, y esos son los que conforman el gran desierto al que se dirigen los ecos de nuestras palabras….  Mientras unos se siguen quedando en el envoltorio del caramelo, dulce del que solo gustan disfrutar varios días al año; otros nos regocijamos de comernos ese caramelo, y 100 mas como ese el resto de días del calendario.

Ese desierto, lo conforman en mayor medida quienes tienen la obligación impuesta por su cargo, de dar algo mas que un buen deseo o una buena intención. Desde las propias directivas de las Hermandades y Cofradías surge la importante tarea de la MOTIVACIÓN,  la IMPLICACIÓN, la tarea de ESCUCHAR A LOS HERMANOS, la de darles la opción de EXPRESAR SUS OPINIONES; la de abrirse a NUEVAS IDEAS; la de GENERAR CONFIANZA ; la de TRABAJAR POR EL CRECIMIENTO DE LA HERMANDAD

Cuando todos estos adjetivos faltan y sin embargo sobran otros como la DESIDIA, la ENVIDIA, la PEREZA, el ACOMODAMIENTO, la NEGACIÓN DEL PAN Y LA SAL, la VANALIDAD, el EGOCENTRISMO, y un largo etcétera de calificativos, que afortunadamente nos ofrece el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española; nos encontramos con este desierto para el que uno predica obteniendo muy poco fruto a cambio.



El problema está cuando no se quiere ni se cree en lo que se hace; cuando falta convicción, necesidad de dar sin recibir, cuando nos quedamos en ese envoltorio, pero no acudimos a la casa del Hermano a ver lo que le pasa, lo que necesita, y lo que este Hermano nos puede aportar. Cuando se sientan en la mesa a debatir sobre el futuro de nuestra Semana Santa, los puntos a tratar se quedan en el envoltorio de ese caramelo, por que el sabor del mismo no les gusta. No hay una reflexión profunda de los verdaderos problemas que una Hermandad de penitencia o no, está en disposición de poder solucionar. Se debaten cuestiones que mas se acercan al ego de cada uno, que al ponerse en la piel del hermano, que al intentar ser como el campesino que siembra y siembra y siembra mirando al cielo, y esperando un buen tiempo para su cosecha. Yo les animaría a presentar ideas al Consejo Diocesano de Hermandades y Cofradías de Plasencia, y no a mandar misivas aludiendo a los que las tienen, por omisión de ellos.

Y todo ello me lleva a la siguiente reflexión:

Si no amas lo que haces, si no crees en lo que haces, si te resulta molesto o costoso, si eres incapaz de escuchar y que te escuchen; si solo te preocupa lo que hablen o digan de ti, pero eres incapaz de reconocer tus errores, tus limitaciones, tu incapacidad, y no le das paso a gente mas ilusionada y con mayor espíritu cofrade; difícilmente vas a poder tomar decisiones acertadas y que redunden en un futuro mas vivo, en un tránsito hacia el mantenimiento de las costumbres, de las devociones populares…

Algunos están ya señalados por su nula aportación a la causa, y por el daño que están haciendo a la Semana Santa, pero ….no hay mal que cien años dure.


Mientras sigamos teniendo el ánimo suficiente, (que lo tenemos) seguiremos con nuestra predicación, aunque sea en este desierto que nos rodea….. Esperemos que  esta Cuaresma sea un camino de verdadera reflexión sobre ello.



viernes, 7 de febrero de 2014

INRI





Volvemos en la entrada de hoy, a las recomendaciones literarias de nuestra Editorial de cabecera, JIRONES DE AZUL, que  abrió sus puertas en el año 2006 desde la semilla de una revista literaria digital con el mismo nombre de gran repercusión en la red. Motivo que anima a su fundadora Rosa García Perea, a “pasarse a la edición en papel”. Inició su andadura editorial con la convocatoria del primer Certamen Internacional de Poesía y Relato “Jirones de Azul” al que se presentan más de cuatrocientas obras desde lugares tan remotos como Hong Kong, Bolivia, Israel o Canadá. Fruto de este certamen es el libro antológico “Con buenas palabras” que año a año va nuevas buscando siempre abrir una puerta a los nuevos escritores que es como tender un puente a los escritores consagrados del futuro.





Jirones de Azul tiene varias colecciones para poder abarcar todos los temas que al lector del siglo XXI le interesa. Es nuestro objetivo que la literatura sea un camino de doble sentido para el autor y el lector, y a más fluidez, más registros, más comunicación. De este modo incrementamos el fomento a la lectura en todas las edades. Hoy os presento un libro de la colección "Mundus", titulado INRI, y cuyo autor es Fernando Carrasco

EL LIBRO

Autor: Fernando Carrasco
Editorial: Jirones de Azul
Año: 2013
Género: Novela
Colección: Mundus
ISBN: 978-84-941770-1-9
800 páginas

SINOPSIS:

En el descendimiento de Jesús de Nazaret, José de Arimatea se llevó algo de la Vera Cruz, que casi tres siglos después, será descubierto por la emperatriz Flavia Iulia Helena en Jerusalem. Tras el hallazgo, la Emperatriz ordena llevar a cabo una misión de búsqueda por todo el Imperio: ha de encontrar a los descendientes de José de Arimatea. Antonino Quintus, joven legionario, es uno de los encargados de llevarla a cabo.

Livia, la fiel sirviente de la emperatriz, se enamora de Antonino, pero un terrible suceso ocurrido la víspera de su partida, hará que huya de Jerusalén en busca de venganza, siguiendo los pasos de su amado.

Jerusalén, Roma, Ostia Antica, Massilia, Hispalis e Itálica son los escenarios donde se desarrolla esta aventura con tintes épicos, que sitúa al lector desde la primera página, en un tiempo en el que el Cristianismo se consolidaba en un Imperio Romano en declive.






EL AUTOR:

Fernando Carrasco

Nació en Sevilla en 1964, y es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, profesión que lleva ejerciendo desde hace treinta años.

Tras iniciarse en la Radio en los años 80, en 1990 entró a formar parte de la plantilla de ABC de Sevilla, donde continúa trabajando desde entonces e informando principalmente sobre temas de Semana Santa y Toros.


Debutó como novelista con "El último imán de Ishbiliya", un thriller que sorprendió a la crítica especializada, aspecto que quedó ratificado con su segunda novela, "El hombre que esculpió a Dios", una obra que ha abierto un campo seguido por otros muchos escritores y que lleva ya cinco ediciones. Ambas novelas están editadas por Jirones de Azul.

Tan solo hace seis años desde que Carrasco publicara su primera novela pero quedó muy claro que el don de la escritura ha estado en él desde el principio. En palabras de su editora y amiga: “Fernando no es un escritor maduro, es un escritor viejo. Lleva toda la vida escribiendo”.


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La presentación del libro tuvo lugar el pasado 2 de diciembre en el edificio Cajasol de la Pza. San Francisco, en Sevilla. Esta es la tercera novela de Carrasco, tras la publicación de ‘El último imán de Ishbiliya’, de tinte futurista y ‘El hombre que esculpió a Dios’ (de la que ya hablamos en otra entrada de este Blog), ambientado en el siglo XVII. El autor ha seguido viajando por el tiempo para crear esta nueva historia, que se desarrolla en el año 326 d.C. y cuenta cómo Santa Elena llega a Jerusalén para encontrar la cruz donde murió Cristo. Unas 800 páginas que narran una historia de amor, venganza y sed de poder pero sobretodo una historia de fe, algo que el escritor ha querido dejar muy claro.

El acto contó con una baja importante, la del entrenador del Betis y escritor, Pepe Mel, quien estaba previsto que condujera la presentación. Su asistencia fue imposible, pues tuvo que asistir a la rueda de prensa de las 21.00 h, donde se anunció su destitución como entrenador del equipo sevillano. Fernando Carrasco solo tuvo palabras buenas para él: “Lo siento por Pepe porque sé que lo está pasando muy mal”. Una de las editoras del libro también quiso expresar su pesar por lo acontecido a Mel: “Yo no entiendo de fútbol pero sí de personas y ahora mismo lo que sé es que un amigo ha perdido su trabajo”.



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Tras justificar la ausencia del presentador, Fernando se apartó generosamente de todo lo relacionado con su libro para agradecer a los presentes la solidaridad mostrada. Y es que, a petición suya, la presentación se convirtió en un acto benéfico donde cada persona aportó 1 kg de alimentos no perecederos, que irán directos al comedor social María Santísima del Dulce Nombre de la hermandad de Bellavista. La acogida de la propuesta fue masiva y la sala del edificio Cajasol se llenó de aceite, arroz y lentejas, que servirán para alimentar a las 200 personas que acuden cada día a ese centro. “Es el mejor galardón para mí que hayáis traído todo eso”, dijo Carrasco.


Volviendo a su novela, Fernando afirmó haberse implicado enormemente en cada una de las escenas: “He disfrutado mucho y me he emocionado mucho. Ha habido momentos de injusticia en los que me ponía en la piel del personaje”. También explicó cómo se había documentado para escribir una novela que mezcla ficción con realidad histórica: “Me llevé dos semanas en el Antiquarium. Recorrí cada pasillo, cada casa, la fábrica de salazones… Quería recrear la Sevilla del siglo IV y creo que he conseguido verosimilitud”. Y como no, las anécdotas curiosas sobre el libro no se hicieron esperar. El autor se define como un auténtico cinéfilo y eso se refleja en su obra, donde ha incluido elementos inspirados en el séptimo arte. Una escena de la película ‘La muerte tenía un precio’ o la mítica frase de ‘Astérix y Obélix’, “¡Están locos esos romanos!” están incluidas en esta novela, donde los nombres tampoco se han elegido al azar. ¿Recuerdan a Antonino, uno de los esclavos de la película ‘Espartaco’? También ese guiño a Roma lo encontrarán durante su apasionante viaje al pasado de Sevilla. “He querido poner en valor a Sevilla. Sevilla es maravillosa para narrar, ahora, antes y me imagino que en el futuro. Por eso en mis novelas siempre encontrarán a Sevilla” confiesa el autor.

Fernando posa junto a Pilar Lacasta, de la fundación Cajasol y a las hermanas García Perea


Rosa García Perea, una de las creadoras de Jirones de Azul, la editorial que publica el libro, intervino brevemente para colmar de elogios a su amigo Fernando. Y es que su amistad se remonta a la infancia. Rosa contó cómo en uno de esos días de colegio, un jovencísimo Fernando le prestó una carpetilla que contenía relatos y hasta una obra de teatro escrita de su puño y letra. “Yo le decía: Esto no lo has escrito tú, porque no pensaba que sabía escribir tan bien”. ( fuente: http://www.sevilladirecto.com/presentacion-solidaria-de-inri-la-nueva-novela-del-escritor-y-periodista-fernando-carrasco/)





Como siempre desde este Blog, os animo a todos los cofrades a profundizar en esta lectura que sin duda nos hará viajar en el tiempo y profundizar en su historia.....

jueves, 30 de enero de 2014

NO OS CONFORMEIS CON UNA VIDA CRISTIANA MEDIOCRE








En estos tiempos de preparación previa a la Cuaresma, me parece muy interesante reflexionar sobre el papel que han de jugar las Cofradías en la vida cristiana; mas si cabe, cuando concluido el año de la Fe, se nos exhorta desde la Diócesis de Plasencia, a dar un paso mas en nuestro compromiso público, colaborando de forma activa en la Misión Diocesana Evangelizadora, cuyos fines ya desgranaremos mas adelante. 

Para ello quiero trasladaros en esta entrada la homilía dada por el Papa Francisco el pasado mes de mayo, en marco de la Jornada Mundial de Cofradías y Piedad Popular, desarrollada en Roma.

El papa Francisco a las Cofradías: "No os conforméis con una vida cristiana mediocre"

"Queridos hermanos y hermanas, la Iglesia os quiere. Sed una presencia activa en la comunidad, como células vivas, piedras vivas".

El pasado mes de mayo, se celebraba en Roma una Jornada mundial de Cofradías y Piedad Popular. La lluvia no impidió que miles de cofrades de todo el mundo se dieran cita junto al santo Padre y escucharan las palabras que les dirigió y que hoy acercamos a nuestro portal de formación en Arimatea, para que hagan eco en nuestras hermandades y nos ayuden a comenzar un nuevo curso cofrade. Transcribimos la homilía completa y destacamos las tres cualidades que el papa Francisco pide a las cofradías: Autenticidad evangélica, eclesialidad, ardor misionero.



Queridos hermanos y hermanas, habéis tenido valor para venir con esta lluvia… El Señor os lo pague.

En el camino del Año de la Fe, me alegra celebrar esta Eucaristía dedicada de manera especial a las Hermandades, una realidad tradicional en la Iglesia que ha vivido en los últimos tiempos una renovación y un redescubrimiento. Os saludo a todos con afecto, en especial a las Hermandades que han venido de diversas partes del mundo. Gracias por vuestra presencia y vuestro testimonio.






1. Hemos escuchado en el Evangelio un pasaje de los sermones de despedida de Jesús, que el evangelista Juan nos ha dejado en el contexto de la Última Cena. Jesús confía a los Apóstoles sus últimas recomendaciones antes de dejarles, como un testamento espiritual. El texto de hoy insiste en que la fe cristiana está toda ella centrada en la relación con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Quien ama al Señor Jesús, acoge en sí a Él y al Padre, y gracias al Espíritu Santo acoge en su corazón y en su propia vida el Evangelio. Aquí se indica el centro del que todo debe iniciar, y al que todo debe conducir: amar a Dios, ser discípulos de Cristo viviendo el Evangelio. Dirigiéndose a vosotros, Benedicto XVI ha usado esta palabra: «evangelicidad». Queridas Hermandades, la piedad popular, de la que sois una manifestación importante, es un tesoro que tiene la Iglesia, y que los obispos latinoamericanos han definido de manera significativa como una espiritualidad, una mística, que es un «espacio de encuentro con Jesucristo». Acudid siempre a Cristo, fuente inagotable, reforzad vuestra fe, cuidando la formación espiritual, la oración personal y comunitaria, la liturgia. A lo largo de los siglos, las Hermandades han sido fragua de santidad de muchos que han vivido con sencillez una relación intensa con el Señor. Caminad con decisión hacia la santidad; no os conforméis con una vida cristiana mediocre, sino que vuestra pertenencia sea un estímulo, ante todo para vosotros, para amar más a Jesucristo.








2. También el pasaje de los Hechos de los Apóstoles que hemos escuchado nos habla de lo que es esencial.
En la Iglesia naciente fue necesario inmediatamente discernir lo que era esencial para ser cristianos, para seguir a Cristo, y lo que no lo era. Los Apóstoles y los ancianos tuvieron una reunión importante en Jerusalén, un primer «concilio» sobre este tema, a causa de los problemas que habían surgido después de que el Evangelio hubiera sido predicado a los gentiles, a los no judíos. Fue una ocasión providencial para comprender mejor qué es lo esencial, es decir, creer en Jesucristo, muerto y resucitado por nuestros pecados, y amarse unos a otros como Él nos ha amado. Pero notad cómo las dificultades no se superaron fuera, sino dentro de la Iglesia. Y aquí entra un segundo elemento que quisiera recordaros, como hizo Benedicto XVI: la «eclesialidad». La piedad popular es una senda que lleva a lo esencial si se vive en la Iglesia, en comunión profunda con vuestros Pastores. Queridos hermanos y hermanas, la Iglesia os quiere. Sed una presencia activa en la comunidad, como células vivas, piedras vivas. Los obispos latinoamericanos han dicho que la piedad popular, de la que sois una expresión es «una manera legítima de vivir la fe, un modo de sentirse parte de la Iglesia» (Documento de Aparecida, 264). ¡Esto es hermoso! Una manera legítima de vivir la fe, un modo de sentirse parte de la Iglesia. Amad a la Iglesia. Dejaos guiar por ella. En las parroquias, en las diócesis, sed un verdadero pulmón de fe y de vida cristiana, aire fresco. Veo en esta plaza una gran variedad antes de paraguas y ahora de colores y de signos. Así es la Iglesia: una gran riqueza y variedad de expresiones en las que todo se reconduce a la unidad, la variedad reconducida a la unidad y la unidad es encuentro con Cristo.





3. Quisiera añadir una tercera palabra que os debe caracterizar:

«MISIONARIEDAD». Tenéis una misión específica e importante, que es mantener viva la relación entre la fe y las culturas de los pueblos a los que pertenecéis, y lo hacéis a través de la piedad popular. Cuando, por ejemplo, lleváis en procesión el crucifijo con tanta veneración y tanto amor al Señor, no hacéis únicamente un gesto externo; indicáis la centralidad del Misterio Pascual del Señor, de su Pasión, Muerte y Resurrección, que nos ha redimido; e indicáis, primero a vosotros mismos y también a la comunidad, que es necesario seguir a Cristo en el camino concreto de la vida para que nos transforme. Del mismo modo, cuando manifestáis la profunda devoción a la Virgen María, señaláis al más alto logro de la existencia cristiana, a Aquella que por su fe y su obediencia a la voluntad de Dios, así como por la meditación de las palabras y las obras de Jesús, es la perfecta discípula del Señor (cf. Lumen gentium, 53). Esta fe, que nace de la escucha de la Palabra de Dios, vosotros la manifestáis en formas que incluyen los sentidos, los afectos, los símbolos de las diferentes culturas... Y, haciéndolo así, ayudáis a transmitirla a la gente, y especialmente a los sencillos, a los que Jesús llama en el Evangelio «los pequeños». En efecto, «el caminar juntos hacia los santuarios y el participar en otras manifestaciones de la piedad popular, también llevando a los hijos o invitando a otros, es en sí mismo un gesto evangelizador» (Documento de Aparecida, 264). Cuando vais a los santuarios, cuando lleváis a la familia, a vuestros hijos, hacéis una verdadera obra evangelizadora. Es necesario seguir por este camino. Sed también vosotros auténticos evangelizadores. Que vuestras iniciativas sean «puentes», senderos para llevar a Cristo, para caminar con Él. Y, con este espíritu, estad siempre atentos a la caridad. Cada cristiano y cada comunidad es misionera en la medida en que lleva y vive el Evangelio, y da testimonio del amor de Dios por todos, especialmente por quien se encuentra en dificultad. Sed misioneros del amor y de la ternura de Dios. Sed misioneros de la misericordia de Dios, que siempre nos perdona, nos espera siempre y nos ama tanto.







Autenticidad evangélica, eclesialidad, ardor misionero. Tres palabras, no las olvidéis: Autenticidad evangélica, eclesialidad, ardor misionero. Pidamos al Señor que oriente siempre nuestra mente y nuestro corazón hacia Él, como piedras vivas de la Iglesia, para que todas nuestras actividades, toda nuestra vida cristiana, sea un testimonio luminoso de su misericordia y de su amor. Así caminaremos hacia la meta de nuestra peregrinación terrena, hacia ese santuario tan hermoso, hacia la Jerusalén del cielo. Allí ya no hay ningún templo: Dios mismo y el Cordero son su templo; y la luz del sol y la luna ceden su puesto a la gloria del Altísimo. 


Que así sea.







Estas palabras suponen un impulso a las motivaciones y valores que deben poner en práctica las Hermandades, Cofradías y Asociaciones Parroquiales de la Diócesis a lo largo de su recorrido como cristianos convencidos, y como ejemplo constante de catequización.  Sin embargo sabemos, por la experiencia ya demostrada en Don Benito, que las corporaciones de Pasión y Gloria adolecen de un conformismo y de un inmovilismo pertinaz, que les hacen dejarse llevar por la apatía que provoca cualquier actividad que vaya mas allá de la organización de los actos de Cuaresma y Semana Santa. Cualquier movimiento en torno a mayores logros, deberá generarse desde el espíritu de superación cofrade, y es ahí donde harán falta personas con verdadera devoción por lo que hacen, mas allá de figurar unas horas al año, muy a su pesar. Un ejemplo de ello es la ausencia de actos específicos organizados por las Cofradías en torno al Año de la Fe, ya concluido, a excepción del Besamanos extraordinario a la Beata Matilde del Sagrado Corazón, desarrollado por la Asociación Parroquial de la Oración en el Huerto de Don Benito, el pasado 27 de octubre de 2013.

A todo ello debe contribuir, sin duda, la continuación del año de la Fe a través de las MISIÓN DIOCESANA EVANGELIZADORA, presentada en Don Benito, el pasado  lunes 27 de enero, en el salón de actos del Colegio Sagrado Corazón (azules), que desarrolló el primer encuentro preparatorio para la Misión Diocesana, donde el Sr. Obispo expuso el tema central, fundamentando el proyecto misionero diocesano desde su carta pastoral "Cada parroquia una misión, cada cristiano un misionero" y desde la reciente Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium del Papa Francisco. Tras esta intervención, el vicario para la animación pastoral, Don José Luis Hermoso, explicó los pasos a seguir para llevar a cabo la misión, que tendrá lugar en la cuaresma y pascua de 2015, siendo este curso de preparación de la misión.






Esperemos que las propuestas realizadas por Don Amadeo para Don Benito, y en concreto para las Cofradías, tengan un verdadero recorrido de éxito, fundamentado en sacar de la desidia a los rectores de las distintas hermandades y este 2014, sea un verdadero punto de inflexión para todos.